El Golden Sahara II es un coche emblemático modificado de los años 50 y 60. Fue uno de los primeros modelos de vehículos autónomos.
Goodyear desarrolló neumáticos revolucionarios hechos de neotano específicamente para el Golden Sahara II. Las ruedas se fabricaron con tapacubos de «vidrio» que podían iluminar y actuar como señales de giro, y los propios neumáticos fueron desarrollados por Goodyear para contener la iluminación interna, lo que les permitía brillar.
Esto fue parte de un experimento más grande, en el que Goodyear estaba investigando la viabilidad de neumáticos translúcidos que pudieran ayudar a mejorar la visibilidad en condiciones climáticas adversas o estar conectados para iluminarse cuando un conductor golpea los frenos.